Horario de cierre
Con respecto al horario de cierre de los establecimientos, la normativa indica que estos tienen que cesar su actividad a las tres de la madrugada, aunque se les concede media hora más para recoger y desalojar el local.
En este sentido, los propietarios de los pubs consideran que deberían permitir su apertura media hora más, es decir, hasta las cuatro de la mañana.
«Esta media hora más para nosotros es vital porque hay que tener en cuenta que, como aquel que dice, nosotros empezamos a trabajar a las dos de la madrugada».
Según indicó Just, en la playa de Gandia «desde hace veinte años» se cierra a las cuatro de la madrugada. «La Administración Local siempre ha tenido cierta tolerancia en este sentido, no comprendemos por qué ahora que llegan los turistas han de ser tan estrictos», comentó.
En este sentido, Just insistió en que Gandia es un municipio turístico y «no se nos puede comparar con pueblos de interior».
En la capital de la Safor, señaló, «la gente sale tarde de casa, va al restaurante tarde, se toma algo, y cuando llega a los pubs son casi las dos de la madrugada». Para el presidente de la agrupación, «el problema está en la calle, no dentro de los pubs».
En este sentido, Jordi Morant, un estudiante de Económicas residente en Gandia, opinó que, al menos, en los meses de verano, «el Consistorio Municipal, por media hora más debería dar el brazo a torcer».
En lo referente a la entrada de menores, Just subrayó que hay un vigilante en la puerta de los pubs que controla el acceso de los más jóvenes al local.
La crisis económica también la están sufriendo los empresarios del sector nocturno, según dijo Just. Sin embargo, «ahora que viene la época buena nos ponen trabas y no nos dejan trabajar en las mínimas condiciones».
El representante de la agrupación de pubs remarcó que le extraña la «contundencia» del gobierno local «porque siempre ha habido un buen entendimiento».
Asimismo, añadió que ellos sí cumplen con la ley. «Se nos está obligando a hacer algo que ya estamos haciendo de una manera que no es la más adecuada. Así lo que se consigue es crear una mala imagen de la ciudad y asustar al personal. Estas medidas son demasiado drásticas y estamos todos muy disgustados», concluyó.
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